lunes, 25 de abril de 2011

Un simple favor

Envíame desde el mar una sonrisa más, una mano amiga que me ayude a no dejar de soñar y que desde lo mas profundo de aquel bosque, mi niña interna no se vuelva a escapar.

miércoles, 20 de abril de 2011

En el sauce de la 27

La misma historia de siempre se vuelve a repetir, yo comparto mi vuelo, mis esperanzas, y mis historias de la mano de cada una de mis aleteadas. 

Todos los miércoles, Bella esperaba en la esquina del mismo bar. Se hacían las doce de la noche y un auto polarizado de color negro llegaba a recogerla. Sus ojos siempre estaban tristes para aquel momento, pero nunca supe entender porque, hasta el día que decidí seguirla...
La música estaba muy fuerte, así que no fue fácil escuchar lo que decían pero ella, lloraba.
Decidí volver a la esquina, al sauce, a ver que más sucedía.
A los cinco minutos, como era de esperarse, Danilo llega corriendo. Yo sabía que el tenía que sospechar de algo, las evidencias eran muchas, siempre la misma historia, siempre la misma noche, el mismo día y la misma hora.
El auto dobla en la esquina.
Danilo se esconde tras el sauce, MI sauce.
Vi una lágrima caer, dos, y luego tres. El auto paró, y ella no bajó.
Danilo saco un aparato bastante raro, uno que usan siempre para hablar, medio negro y plateado, no llegue a ver con mucha claridad, pero lo usaba siempre, por ende lo reconocí.
El auto arrancó nuevamente y Bella estaba tirada en la vereda.
Danilo esperó dos segundos, Bella no se movía.. Danilo corrió hacia ella, miró su cuerpo y la cuarta lágrima se presentó.
La alzó en sus brazos.

Suena su teléfono, él atiende.
- Si, está bien.

- Si, lo volvió a hacer.

- Ya te lo dije, está bien, su corazón late. Vamos a tener que buscar una solución.

- No, no quiero internarla. No se lo merece. Sabemos que es responsabilidad nuestra, ella solo nos cubre, y cree que no lo sabemos.

- Mañana hay que decirle todo.. Ella por vos, no merece morir. Ella merece algo más, merece reír, soñar y cantar. Olvídate del trato. No voy a dejar que lo haga más...


Historias felices y tristes, lo que ve una paloma no tiene comparación. Una historia más que se suma a la biblioteca.
Una bella que cubría a su amado, sufriendo de muchas formas.
Un amado no correspondido, que al final decide serlo y hacerla feliz.

Una visión y una idea por cada lector que intente entenderla.

Una estrella tiene ganas de llorar, me lo dijo aquella noche que olvidaste llamar...
Aquella estrella tiene ganas de aprender a volar, sonreír y no olvidar aquellas ganas de soñar.

Eran las tres de la mañana, ella estaba sentada en su cama, mirando el teléfono, sabía que exactamente en siete minutos, cuando suene, las cosas cambiarían y su destino no sería el mismo. Todo pasaría a tener una explicación, como una respuesta esperada por años, como un suspiro en medio de la oscuridad y una luz al final de túnel.
El tiempo pasaba, la impaciencia volvía, ella no tenía forma de escapar, había algo más que la unía a ese compromiso. Las ganas de correr no le faltaron, pero no lo hizo; era su responsabilidad, de nadie más, de mirar a esa persona en particular a los ojos y ganar todo o quedar en la ruina.
Su felicidad colgaba de un hilo, de una mano de un corazón estaban sus sueños y junto con la esperanza partía el olvido.
Que pasará por su mente, que estarán mirando sus ojos, que podrán decir sus latidos?
Que quiere ella que pase? Que espera que suceda?

viernes, 8 de abril de 2011

Conocerte

Quiero saber quien sos.
Quiero que sepas quien soy, reconocerme sin tener que verme. Sonreírme y sentirla en mis poros. Ver tus ojos y   creer que son míos, correr a tus brazos y confiar en el destino.
Quiero que sepas quien soy, que no dudes en mis palabras, que nos olvides mi mirada, que recuerdes mi sonrisa y adores mis caricias.
Quiero que sepas quien soy, no solo como debo ser, no solo como crees que soy. Como soy realmente cuando no me miras, como trato de mostrarte día a día.
Quiero que sepas quien soy, que amo bailar bajo la luna, que las estrellas se conviertan en mi sombra, que las ganas de soñar nunca me faltan y que me hago responsable de cada palabra.
Quiero saber quien sos, reconocerte aunque sea de noche, aunque la tormenta no cese y el sol no salga, aunque no haya medios para encontrarte, quiero llegar a conocerte.
Quiero que sepas quien soy, quiero que tengas esa sensación. La misma que tendré al conocerte, la misma que sentiré al verte, por primera  vez mirarte, sonreírte y una señal mandarte.