domingo, 9 de diciembre de 2012

Domingo.


Ando simple y coherente, sin nudos en la garganta, con la mirada estática.
Apagada y con ganas de dormir. 

Ando corta de letras y con las palabras directas.
Ando de Domingo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Para los cobardes.

Alguien una vez me dijo que ser valientes era un juego para pocos.
Ponerse la armadura y chocarse con el mundo, o tomar una actitud frontal, no es para cualquiera. ¿No es para cualquiera?
Si tanto cuestionamos a los libros, a los historiadores... porque no creer que el guerrero era alguien sin preparación, que simplemente de un segundo a otro decidió cambiar el rumbo de su vida?
No se nace con la aptitud de ser valiente o no, se busca, se persigue y se obtiene.
Y después de tanto pensar, nos damos cuenta que estamos frente al enemigo número uno, el pensamiento.
El valiente no piensa, se arriesga, por un instinto deja que todo lo demás pase a otro plano y se las juega. Clarísimo es el error de los que nos quedamos sentados como boludos, mirando como el de al lado choca las copas sin miedo a romperlas, y nosotros sacando los cálculos de que podría o no pasar, cuantas podríamos romper y a quién podríamos o no lastimar. A fin de cuentas, no lo hacemos, ocupamos el tiempo analizando en vez de probar.
Que fácil sería si por un instante no tuviéramos forma de conocer las opciones, o creernos capaces de reconocerlas. Que insistencia con el mañana, con el "que será", "qué pasará".
Para asustarnos somos muchos, tener ganas la mayoría, y para valientes estamos todos. Solo hace falta dejar de buscar la armadura y saber que no hay mejor arma que el aquí y el ahora.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Sin perder el tiempo.

Estamos sentados en una vereda, en la misma de siempre. Vemos el reloj y son las 19:00. No nos dimos cuenta y pasamos un minuto simplemente viendo ese elemento que "materializa" nuestro tiempo, 19:01.
Miramos hacia arriba para ver donde está el sol. Y creemos que algún día vamos a poder saber la hora al contemplar el cielo, confiamos en que vamos a poder y por eso nos concentramos en analizar exactamente y con todo el detalle. Nos encandilamos.
Seguimos sentados sin hacer mas que observar diferentes cosas. Y algunos opinan diciendo que es poco, otros que nos es nada, y nosotros que estamos exhaustos. Pero nos gusta. ¿Nos gusta?
Y en ese momento hacemos una lista de planteos tan necesarios como raros para saber si estamos haciéndolo bien, se algo se nos está pasando por alto, estamos cómodos o somos felices. Necesitamos asegurarnos de que aunque no sepamos si es lo correcto, estamos viendo para el mejor lado, entendiendo todo como se debe.
Y nunca vamos a aceptar que eso es relativo. Que no va a haber un esta bien o esta mal hasta que nosotros no elijamos los parámetros.
Seguimos sentados y vemos como esa locura del tiempo se nos va de a poco. Y aparece otra pregunta: ¿Se nos va?
Ya nos paramos en la esquina de lo filosófico y sentimos que hacernos estas preguntas es de locos. Pero como dijimos alguna vez, estar loco esta bueno, así que en parte no preocupa, por ende, seguimos en al nuestra buscando al sol. Pero lo tapa el edificio de frente y nos desorientamos, de tal forma que comenzamos a mirar para el otro lado y nos mareamos.
Ya no sabemos con que comenzamos, con que seguimos y nos olvidamos como nos gustaría terminar.  
Nos paramos. 19:02.
Vemos que el tiempo puede estar vacío o  puede estar completamente lleno, pero nunca se nos va, somos conscientes de que puede pasar lento o rápido, o simplemente pasar.


domingo, 28 de octubre de 2012

Redondearse

Y cuando es tiempo de dar vuelta las cosas, es momento y punto.
Esa maldita costumbre de hacer de todo un mundo y ahogarse en un vaso de agua, creyendo que para comprender las cosas con otras perspectivas es necesario toda una vida. Tremenda ilusión, lo único que se debe hacer es cruzar la calle, pararse en la vereda de enfrente y observar con los cinco sentidos, y si se tienen seis, mejor.
Es tan fácil creer que uno no puede, que es imposible, que la mayor parte del tiempo uno tiende a hacerlo... Sin recordar aquello por lo que nacimos, romper barreras. ¿Soy la única loca que cree que si las cosas no fueran difíciles no serían divertidas?
No podemos pretender que todo sea cuadrado, o tenga los límites tan tajantes, no siempre tiene que ser de un modo u otro. Es cuestión de cantar un rato a los gritos, pararse descalzo en el pasto mojado y mirar las nubes tratando de encontrar un dinosaurio, para olvidarse de las técnicas aburridas. No todo es ciencia, no todo es matemática... podrá serlo para quien lo estudie, pero no para quien lo viva.
Es necesario ablandarse y dejar que la brisa, una vez en la vida, nos lleve. Redondearse para dejar de ser tan cuadrados y decir alguna que otra incongruencia para mostrar que todavía no somos serios.



lunes, 1 de octubre de 2012

Robar la pluma de algún poeta.

La noche se puso clara cuando el día se oscureció.
Sentimos las miradas expectantes en la nuca, esperando por aquel momento de debilidad que marcaría nuestros orgullos para toda la vida.
Y al caer las estrellas al horizonte, sin dejarme ver su recorrido, el reloj marcó el inicio de la historia que algún día iban a desear recordar.
Suena sin sentido, suena incongruente, como un corazón que habla sin dejar que la mente se interponga en su camino. Dejando que la razón que prisionera se sentía, corra libre por la vida, sienta, ríe y baile.
Ilusa la mañana de aquel palpitar dormido al escuchar un ruido que lo hizo suspirar, detenerse por un instante y olvidar aquel ritmo agotador y rutinario, que no dejaba que siga sus instintos.
Suena meloso, intenso e insulso, como los sueños a los que hoy decidí volverme a aferrar. Con los ojos abiertos, con las manos cerradas para que no se escapen, con el alma puesta y la mochila lista.
Suena cursi, normal y recurrente, escribir con palabras tan conocidas, robando la pluma de algún poeta que algún atardecer olvido en el parque.
Pero como alimentan las sonrisas, esas frases coloridas que con algún pequeño abrazo, y en algunos tantos días llenaron los cajones de recuerdos, de ganas y esperanzas.
Me divierte hasta las chapas escribir estas cosas de vez cuando, dejar que los dedos se amen con el teclado y decidan expresar lo que más anhelan.
Que sinceridad la de los párrafos que acompañan al texto, compañeros, amigos, confidentes. Ocultando los errores ajenos.
Que dulce la cursilería, cuando quién la escribe solo espera vivirla.



domingo, 30 de septiembre de 2012

Dejar de buscar.

Y de repente me doy cuenta que todo el mundo alguna vez escribió sobre lo que busca, lo que no pretendían buscar y lo que encontraron.
Ese afán por buscar y querer obtener lo que uno cree que es mejor para si mismo, siempre me costó entenderlo.
Esa necesidad de querer acaparar el destino con lo que se piensa que es lo correcto, me cansó.
Buscar no es sinónimo de luchar, aunque se le parezca, uno busca porque no cree en si mismo, no confía en que lo bueno llega cuando debe llegar o en que algún día le llegará.
No digo que buscar sea sencillo, sino que me remite a una tarea forzosa, a empujar donde tal vez no es el momento, donde no tendría que ser. No porque el destino lo marque o no, sino porque uno deja pasar muchas cosas, las obvia y no las percibe. Cuando uno se enfoca "mal" en algo, se bloquea y no se da cuenta de todo lo que sucede al rededor, se olvida de que el día a día tiene 360°.
"Apagar los sentidos" es buscar. Porque lo hago por una idea, por un concepto que no me lleva más allá de lo que signifique. Lo interesante es poder tocar, sentir, oír, creer, utilizar todas nuestras herramientas para avanzar de a poco.
Si uno busca, difícil es sorprenderse, porque sabés lo que vas a encontrar, mejor dicho, lo que crees que vas a encontrar.
Ese afán por conseguir el camino fácil: Se lo que quiero y voy por eso... corrección, creo saber lo que quiero y me aferro a eso.  Cambia, cambia el hecho de creer que buscar es la tarea fácil. Y prefiero pensarlo así.
Cuantas veces, ciegos ante lo que creemos que es lo ideal dejamos pasar miles de cosas, detalles, oportunidades. Me resulta injusto creer que fue por determinación, enfoque o perseverancia. Fue por obsesión, terquedad o bloqueo, fuerte o leve, pero eso fue. Y ahí es cuando esa "búsqueda" se convierte en barrera, en un paso atrás y me lleva adonde estaba antes.
Y al no encontrar lo que uno pretendía,  la decepción nos envuelve, la inseguridad y la desconfianza hacia nuestras capacidades y ganas.
Lo leo y lo releo, y es como pegarse varias veces con la misma pared.
Buscar no es sinónimo de luchar. Luchar es defender y caminar, saltando y sobreviviendo a todas las barreras, demostrando que si hoy estuve acá, aunque este bien, mañana puedo estar en otro lugar y mejor.
Luchar es confiar en uno mismo.



Un pequeño aliento.

Una de las tantas veces que caí, decidí quedarme por un instante abajo, y ver todo lo que me superaba.
Ver las personas, las razones y las emociones que habían sido cómplices de mi tropiezo, vi muchas manos tratando de ayudar y sonrisas que con el esfuerzo de siempre me transmitieron paz.
Decidí quedarme un segundo más para poder comprender cual era la necesidad de salir corriendo de allí, para tratar de entender porque todos lo hacían con la cabeza gacha y la mirada apagada. 
Me sorprendió como al ver las cosas desde aquella perspectiva no sentí vergüenza del error, no me molesté en tapar las cicatrices ni las marcas. 
Recordé todo lo que reiteradas veces escuché, dije y leí. "Es hora de tomar el envión y saltar para poder pararme de nuevo" me dije a mi misma, pero no lo hice, me quede abajo por un instante más. Toque el suelo  con las manos, nunca había llegado a apreciar con todos mis sentidos aquello que tantas veces me sostuvo. 
Y ví ojos de muchos y escuche las voces de varios, y en vez de agarrar sus manos, me impulse de lo que estaba más abajo, de aquello que me había hecho caer. Tomé mis miedos, los corrí del camino. Busqué mi mejor sonrisa y por cuenta propia mi cuerpo junto fuerzas. En menos de lo que pensé, estaba arriba, junto a todas las voces y las manos que había sentido como gigantes. 
Me repetí "como cambia todo al verlo desde otra perspectiva". 
Tan fuerte es el poder de una opinión, de otra decisión, de otro punto de vista que pude ver la otra cara de mi propio error. 
Si lo importante del caer, es que uno se puede levantar, hay que llevarlo con orgullo, con gracia y fuerza. Que quede claro que sin importar la razón, después de cualquier tropiezo, solo te vas a levantar. 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Sol.

Cargada de tantas cosas que no se que debo arrojar al tintero primero... no se como comenzar, se que no tengo una palabra preferida para hacerlo, ni una frase... y aunque suspire, quien lo lea no lo escucha, aunque una lágrima decida tomar el lugar de la apertura, tampoco podrá ser vista, ni sentida.
Que difícil cuando es momento de admitir que hay cosas "grosas" pasando a tu alrededor, pero al mismo tiempo es tan lindo sentirse involucrada en esa felicidad, en ese mar de cosas buenas.
Y de repente, dar vuelta la cara y ver que del otro lado, el mundo esta medio mareado, y nos contagia, esa sensación, mareo, confusión y necesidad de apoyar el cuerpo donde sea.
Es tan fácil cambiar el aire, el aura y la energía que afecta, y afecta mucho.
Solo un respiro, un simple respiro necesita mi cabeza, un descanso y un sueño, una música que la acune sin necesidad de despertar con un sobre salto todas las mañanas.
Solo un rayo de sol que me caliente las manos, y me transmita seguridad.
Necesito aire, necesito sol.
Necesito disfrutar sin ver a mi alrededor. Que raro querer separarse del contexto, que cosa rara, no me siento yo diciéndolo, pero, mis manos no mienten, mis palabras no callan...
Necesito por un día sentir que vivo en la nada, que nada me preocupa, nada me acompleja, nadie me olvida, ni me demuestre mis errores.
Necesito aire, necesito sol.

viernes, 13 de julio de 2012

Nada se termina.

Pensar que todo tiene un fin, a veces me resulta ridículo, innecesario. ¿Cuál es la necesidad de hacerse de ideas y atarse a ilusiones de que todo lo que mañana no está solamente queda en el pasado? 
No voy a discutir que las cosas pueden ser olvidadas. Claro, olvidadas, olvido es dejar de retener algo en nuestra cabeza, y ¿Ese elemento fundamental que se llama corazón, olvida?
Pensar que todo tiene un fin, me resulta en vano, me parece incoherente, ¿Si la vida terrenal no termina porque ha de terminar todo lo que la completa? La vida continúa en cada uno de los latidos de las personas que dejamos en este mundo al irnos, y así sucesivamente, porque al nombrarnos ese latido va a convertirse nuevamente en parte de nosotros, una parte nueva, una parte que nunca se va, se transforma y se complementa.
Si, me quedó claro que la vida no termina, pero no te  vayas por las ramas. 
Pensar que todo tiene un fin, me resulta... me resulta... raro.
Que las cosas pueden ser olvidadas de un segundo al otro y que con un simple parpadear los rosas tornan verdes y los azules en morados.
El fin está donde nosotros creemos que está solamente por un tiempo... llega el momento en el que vuelve a despertarse, y así parece como que nunca existió un olvido, solamente se durmió y cayó en un profundo y dulce sueño, esperando para despertarse en el momento en el que el corazón con un fuerte latido y un inesperado suspiro interrumpiera en su lecho. Suena complicado y es tan simple. Tanto así que aburre que siempre suceda lo mismo, que ocurran las mimas escenas una y otra vez, sin que podamos evitar los borrones y cuenta nueva que venimos realizando desde el comienzo.
Pensar que todo tiene un fin, es ponerle fin a mi camino, a todo lo que atravesé con ganas, esfuerzo y orgullo... como dijo una vez una loca, es ser egoístas con nosotros mismos, no darnos el mérito merecido. Aburre.
Pensar que todo tiene un fin, me parece incoherente... ¿Porqué debo darle un final a los momentos lindos, a los sentimientos cambiantes y a las historias diferentes? ¿Por ser tristes, divertidas, locas, desenfrenadas, pasionales o imaginadas?
Si sonreí ayer, quiero sonreír por lo mismo hoy; si lloré ayer quiero recordarlo, y hoy mirarlo con otros ojos; si canté, hoy repetir cada estrofa; si soñé, hoy quiero revivirlo.
Pensar que todo tiene un fin, aunque sea por un instante, desconcierta.
Pensar que nada se termina, te revoluciona.


lunes, 9 de julio de 2012

Me levanté diferente.

Hoy me levanté con ganas de decir hola.
Hola a las ganas de que el sol brille un nuevo día, al hoy, al mañana. Desperté con intensiones de saludar al que me hace la vida mas ligera, el que por la ventana se acerca sigiloso y me acompaña hasta quitarme la concentración.
Decidiendo saludar a lo que venga, y recibirlo con una sonrisa en la cara, con esperanzas y mis mejores melodías.
Decidí despertar y sentirme yo una vez más, sin estar arrepentida de lo que tenga que dejar atrás, sin culpas por olvidarme de alguien o remordimientos que me alejen de lo más alto.
Sin excusas digo hola a quien salude, sea bueno o malo, sea incompetente o coherente, sea alguien o algo, hoy aprendo a aceptar que no es todo como lo planeamos.
Hoy me levanté con ganas de no volver a dormir.
De olvidarme de tener ganas de soñar con los ojos cerrados, para enfocarme en hacerlo con los ojos abiertos. Me desperté queriendo vivir de una vez por todas cada uno de mis deseos y no simplemente dejarlos volar por cada uno de mis pensamientos.
Elegí levantarme y sacarme la mochila de la fiaca, del dejar para mañana, de pensar en el futuro.
Hoy me levanté con ganas de olvidar las mentiras.
Decidí comprender las verdades sin buscar lo que detrás de ellas había. Ver las realidades con los ojos de un alquimista y ver belleza hasta en lo que más oculta. Y al mismo tiempo tomé la iniciativa de ser realista. A fin de cuentas decidí creer en los posibles, en que todo es factible.
Hoy me levanté con esas ganas locas de cantar.
Decidí estar descalza en vez de en zapatillas, conectarme con el suelo y bailar sobre los azulejos. Quise hacer la mañana mas amena. Repetí el tema, cante varios versos, mantuve el ritmo, olvidé la letra y sentí la melodía. Decidí tomar la rutina y convertirla en mi musa.
Hoy me levanté con ganas de ver diferente, como todos los días, pero con los ojos abiertos, con las pupilas atentas, percibiendo lo que a sin mirar no se ve.
Hoy me levanté con ganas.

jueves, 5 de julio de 2012

¿Viviendo?


El tiempo pasa y no se espera más que eso.
Viendo el sol se piensa y viendo los atardecer se sueña... Pero, ¿Cuándo se vive?
Pendientes de lo que podría pasar, nos olvidamos de sentir lo que pasa, el presente, el ahora.
Pendientes de lo que podría ser, nos bloqueamos en comprender lo que somos, y lo bien que nos sale.
Si tenemos que plantarnos a defender algo, seguramente será nuestro futuro... siempre diciendo "me va a llevar a buen puerto", "cuando lo termine va a quedar increíble", "mañana cuando me levante lo pienso y te comento"... y muchos  planteos que si se analizan siempre hablan de un después, que, vaya a saber uno si es como lo esperamos... Vaya a saber si llega ¿No?
Nos olvidamos que no solo nos llena el final, sino que todos los enredos y líos que hay en el medio, son los que nos hacen evaluarnos y crecer, continuar más fuertes, mejorar.
Si cerramos los ojos por un instante y pensamos en ese hecho que nos marcó, eso que hicimos que cambió todo... Lo primero que viene a la cabeza es el final, y no te da la misma satisfacción que te daría si recordaras todo lo que tuviste que pasar para que esa sonrisa exista hoy. Pensar en una sola parte es olvidarnos de todo lo que luchamos, es quitarnos crédito por lo que logramos y lo que somos.
No hay nada más lindo que sentirse dueños de los objetivos y saber que si uno llega es por merito propio, porque se transpiró la camiseta y se hicieron valer todas las cartas sobre la mesa.
Cada vez que saltamos un obstáculo, solemos olvidarlo al llegar a la meta final, y nadie dice que lo estemos gritando por todos lados y repartiendo folletitos de cada una de las cosas que tuvimos que atravesar, pero no está mal de vez en cuando alimentar eso que algunos llaman "orgullo", eso que en cantidades correctas nos mejora el autoestima, porque nos dejan ver nuestras virtudes, nuestros progresos. Es algo interno, propio y personal. Algo que nos hace más fuertes y nos demuestra día a día que somos un poquito mejores de lo que creemos. No está mal quererse, no está mal valorarse. (En cantidades lógicas, claro.)
No está de más que nos guste nuestra forma de ser, aún así sabiendo que tenemos defectos pero luchando por dejarlos de lado y sabiendo que si uno llegó a donde está hoy, es porque escaló montañas, saltó barreras, se cayó miles pero miles de veces, pero nunca se rindió.

sábado, 2 de junio de 2012

Esperar, cansa.

Esperar, esperar, esperar. 
Un corazón que espera, se cansa. Un corazón que simplemente espera. 
Y esa palabra que sigue sonando y se repite... cansa, satura, y llega hasta un punto en el que molesta. 
Ya no sabe donde quedarse sentado, hacia donde mirar ni a que señales prestarle más atención. Aunque de a poco aprende a no escuchar en vano, a no buscar sin ser buscado, ni a ir sin ser llamado, le cuesta. Le cuesta ser racional, ser sensato y coherente. 
La cabeza lo confunde cada vez más, y aunque se tape los oídos las palabras igual entran y rebotan tan fuerte que no dejan de sonar; y comienzan a caer cada vez mas profundo, y el eco se hace cada vez más fuerte... insólito pero real, raro...
Aprender a no esperar, aprender a seguir adelante... ¿Cuánto tiempo más necesitas corazón?
¿Cuánto tiempo necesitas para saber que si seguís caminando hacia el mismo lado, seguirás chocando la misma pared? 
Esperar, esperar, esperar. 
Se cansa, se cansó y ya es hora de que lo admita. De oxigenar las ganas y llevar las energías hacia otro lado. 

viernes, 1 de junio de 2012

No más doble mano.

Siempre mira a ambos lados de la calle antes de cruzar... nos enseñan en los pueblos, donde todas las calles son de doble mano, donde no solo pueden venir por adelante, sino que por detrás, por derecha y por izquierda. Y parados en el medio, nos gustaría ser inmunes a cualquiera de esos ataques, a la fuerza, al descontrol, ir en contra de la velocidad, del impacto. 
Sin darnos cuenta, esa frase que tanto molestaba cuando eramos pequeños, cuando nos consideraban olvidadizos y nos la repetían en cada esquina, esperando escuchar ese gritito alentador cuando lo hacíamos bien.. esa exclamación en realidad tenía otra segunda misión oculta. 
Mira para ambos lados antes de dar un paso, no solo tenemos que saber donde estamos parados, sino que puede llegar a haber y que hay a los costados de ese camino. 
Estamos tan enfocados mirando hacia donde queremos llegar, como cuando cruzamos la calle, que no vemos que pasa a nuestro al rededor, y no nos percatamos que podemos recibir una sorpresa de cualquiera de los 360° (grados) que nos rodean. 
No todos vamos a la misma velocidad, ni por el mismo camino... muchos queremos llegar a la otra vereda, creería que todos, pero no siempre cruzamos en la misma esquina. 
No siempre tenemos un semáforo que nos indique que es nuestro turno y que vamos a llegar con altura y firmeza a nuestro destino, alguna que otra vez tendremos la posibilidad de contar con algún policía, o control en el medio del camino que nos guiará... vamos muy rápido, muy lentos, o en otro mundo, sin los ojos enfocados y mirando a donde corresponde... pero eso no pasa siempre. 
Crecemos y esa regla mágica se modifica, como pasa el tiempo, los lugares también avanzan, nosotros avanzamos, y nos topamos en diferentes esquinas, con calles que corren en un solo sentido. Nos olvidamos de la frase y comenzamos a adaptarnos a una nueva... claramente comenzamos a mirar solo para ese sentido, observamos del lado que vienen los demás, y a eso nos acostumbramos, y cabezas duras que somos de adultos, ya no estamos de acuerdo con que nos llamen la atención, nos reten. 
Pero esas calles de doble mano, siguen ahí, y claro, nosotros también estamos en ellas, solo que ya no las percibimos como antes. Hoy miramos hacia un solo lado, haciendo caso omiso a nuestro otro costado. 
Eso sí, siempre mirando al frente, buscando llegar lo más rápido posible, cruzando en diagonal o antes de llegar a la esquina, no tenemos remedio y menos tenemos excusas. 
Si nos quedamos esperando creemos que perdemos tiempo, y ¿Qué nos pasa!? si  cada uno es dueño de su tiempo y dejamos que los demás lo manejen, que nos digan lo que es rápido, lo que es lento. 
Por querer llegar ya y suplantar nuestras enseñanzas, nuestros valores, NUESTRAS CREENCIAS, nos chocamos con lo que venga, nos confundimos, desorientamos... nos apuran con bocinas, y nosotros corremos... no está en nuestras opciones quedarse esperando hasta que el camino sea seguro. 
¿Cuándo aprenderemos que el camino más rápido es ese en el que vamos saltando los obstáculos de forma inteligente?... ¿El tiempo se vuelve un obstáculo? No, creer que no tenemos tiempo si. 
Basta de correr por cruzar cuando las cosas que importan nos rodean constantemente, si tan solo las viéramos y escucharíamos, sabríamos vivirlas y que sin ellas nunca llegaremos correctamente. 
Así que la próxima vez que estés parado en esa esquina, que necesites cruzar, recuerda que en realidad tenemos dos lados, aunque solo los autos vengan del izquierdo, el derecho siempre estará libre para quien desee transitar, y por esas de la vida, alguna sorpresa nos puede encontrar.

martes, 29 de mayo de 2012

Loca feliza.

Y si estoy loca es cosa mía, que frase tan trillada no?

Qué es estar loco? Es lo mismo que sentirse loco?

Bueno, ahí está el detalle, una cosa no es la otra ni viceversa...
Si uno es loco, a veces no lo sabe, pero si uno lo siente, lo defiende... porque ya pasa a ser parte de su esencia, sus cualidades... Sí, una cosa lleva a la otra.. es decir, si me siento loca, es probable que lo sea. Lo cual no quiere decir que si soy loca, tengo que sentirme así.
El primero es mi caso, me siento loca, se que soy loca y lo admito.
Pero esa loca que es capaz de romper en gritos para quebrar un silencio incómodo, o comenzar a reír para que  la vergüenza se duerma. La loca que por las mañanas tarda más eligiendo con que música arrancar el día que en prepararse un café.
Es de locos ser sinceros con nosotros mismos, porque los que no lo están lloran con sus errores, los locos, reímos y buscamos la parte graciosa, la forma de convertirlo en un chiste, ver el lado positivo.
El loco trata de entender a los demás porque sabe que entenderse es complicado, se preocupa por el otro... mucho mas de lo que debería, se ilusiona, pero odia ilusionar; tiene expectativas y va a luchar por lograr lo que se proponga, porque no ve limites, su locura lo ciega, lo nubla. Mientras que los demás ponen excusas razonables, el loco lo intenta, aunque se golpee, el no escuchó lo que su cabeza repetía, el solo siguió un instinto, una corazonada, se equivoco, sonrió y siguió caminando.
Loca por naturaleza más que por ganas de serlo, loca por cansancio a pensar todo más de una vez.
El loco no solo busca explicaciones, sino que cree empecinadamente que todo tiene un porque, aunque sea imposible encontrarlo, no necesita pruebas, tiene confianza, tiene fe en sus sueños, en lo que defiende, por lo que lucha.
Loca que canta, que no soporta el silencio y habla sola para que no exista.
Separemos... locos de atar, y locos.
Locos de atar aquellos que no sienten estar locos, que no lo aman, y no lo admiten.
Locos aquellos que despiertan con ganas de seguir siendo ellos, de no ocultar sus, valga la redundancia, "locuras". Locos los que sonríen aunque las cosas no funcionan.
Locos de atar los que se aferran a que están "enfermos" que no funciona de la forma en que ellos viven. Locos de atar los que enferman con sus manías.
Locos los que curamos porque causamos sonrisas.
Locos modernos, antiguos o futuristas.
Locos, locas, felices, ¿felizas?
Locos de atar los que lo esconden.
LOCOS LOS QUE LO ADMITEN.





sábado, 26 de mayo de 2012

Desorienta.

En mi mundo, hay cosas que confunden, molestan. Elementos, que me son tan necesarios, como el agua, la tierra, el sol. Mi sol.

Todos sabemos que del otro lado de la cuadra todo puede cambiar, en esa esquina el color puede desvanecer o parecer mas brillante.
Y eso nos confunde, nos desorienta de vez en cuando.
Eso si, el celeste siempre va a ser celeste, y el verde, verde. Más oscuro o claro, pero lo seguirá siendo. Es nuestra capacidad de ver la cosas en detalle que nos complica la vida en vez de facilitarla y hacerla mas interesante. 
Y para aquellos que solemos prestar atención a todas esos insignificantes detalles, todo tiene un limite. Llega un punto en el cual uno se cansa, satura, decepciona, porque pierde el control de lo que ve, porque es mentira que es solo nuestra mente la que nos confunde, sino el más divino e importante de los astros, el sol. El ilumina, el se apaga... y que puede hacer uno contra la estrella más importante de su planeta? de su mundo... 


domingo, 20 de mayo de 2012

Lemon pie

Vuelta de vuelta.
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Hay un momento en el que es necesario replantearse muchas, pocas, algunas, demasiadas, todas las cosas que se nos vengan a la cabeza, que han pasado por nuestra mente y hasta por nuestros corazones. Llega ese capitulo en mi vida y por suerte de a poco va pasando, voy notando el cambio, voy superando el obstáculo como se que saltare tan alto que atravesare muchos más.
Si la vida te da limones, has limonada... una vez me dijeron eso, y si se entiende, es lógico, pero muestra por un lado un poco de conformidad con lo que se tiene y listo, esa frase no te demuestra el interés por crecer, superarse, intentar, luchar y todo lo que sabemos por el paso del tiempo que es necesario para ser felices.
Mirarse en el espejo en este momento, confunde, no se que estoy viendo, si veo lo que es o lo que quisiera ver.. o si es aquello que quiero hacer desaparecer y decido mostrarlo para convencerme de una vez que tengo que eliminarlo de mi vida, de mi ser.
El cambio puede ser muy largo, como puede durar solo una milésima de segundo. El objetivo está en aprovecharlo, en disfrutarlo sin dudar, sin titubear y tambalear.
No hace falta tener capacidades mágicas, mente superior o estar despiertos... solo hace falta creer, sonreír y caminar con la frente alta, sin miedo a demostrar por donde vamos y hasta donde queremos llegar, a donde sabemos que vamos a llegar, porque proponerlo es luchar, y luchar es vivir, y vivir es ser feliz.
Todo encaja perfectamente, no?
Entonces... si la vida te da limones, camina hasta conseguir azúcar, lucha por conseguir manteca, sonríe hasta que llueva harina y busca hasta encontrar 3 huevos, pon toda tu fuerza hasta batir lo que sea necesario y has lemon pie ;)

miércoles, 4 de abril de 2012

Decidir.

Se conocieron cuando la luna no alumbraba y el sol enfriaba, decidieron verse el día que las estrellas no brillen y la marea no sea alta; pautaron que conversarían el día que aquella vecina dejara de cantar a los gritos, y que los perros hablaran en alemán. Confiaron en que pronto todo eso sucedería, y si así era, no había más señales que esperar, era el día, el momento adecuado, el futuro hecho presente esperando ansioso por el reencuentro, por presenciar la magia de las miradas y la fe de los deseos que pronto se cumplirían.
Esperaron sentados, lejos, cerca, enfrentados y de espaldas, la necesidad de hablar superaba todo lo inesperado. Las ganas de examinar una vez más cada expresión, cada palabra.
El destino rió por un tiempo, se burlo de sus sueños, sus esperanzas, las ganas de ser feliz. 
Hasta que uno de ellos se levantó, cambió de posición; como era normal, de forma inesperada camino hacía su mitad, su sentido, su intensión. 
Ante la tormenta que sabía que desataría, decidió buscar su piloto amarillo, sus botas, un paraguas y el corazón. 
Tomo el atajo, el que siempre tiene alguna piedra en el camino, pero había juntado tantas fuerzas en el tiempo de espera que simplemente los salto con valentía. Ni los notó. 
La tempestad se tornaba cada vez más fuerte, así como también los gritos no le permitían concentrarse, esas voces que la mayoría de las veces están para ensordecer hasta al más fino músico; esta vez, hizo caso omiso y siguió con su camino. Cuando la decisión es fuerte, no hay lluvia que apague el fuego, no hay viento que sople ningún barco a la orilla y menos una alarma encendida. 
Se miraron a los ojos, sonrieron y los cerraron con fuerzas. 
Ambos vieron un cielo oscuro, sin estrellas. Junto a un mar casi sin agua, el silencio esperado, y como si fuera poco un animal que ladraba en un idioma extraño. Se fueron. Juntos. 

jueves, 29 de marzo de 2012

Lento rápido.

Corre corre  que las penas no llegan, no te tocan, ni acercan. Reconocen la alegría a metros de distancia.
Saben diferenciar las ganas de estar mejor, de sonreír y contagiarse de buenas ondas.
Corre lo más rápido que puedas para llegar del otro lado, rápido pero precavido, rápido por fuera pero lento por dentro. Corre con el alma, donde las lagrimas sean de alegría.
Salta lo más alto, la abuelas siempre dijeron que lo malo siempre estaba por debajo, ¿En el suelo?. Tratá de tocar el cielo, y quedarte en él... Creando uno nuevo todos los días, para no parar de escalar.
Si creés que tenés la herramientas, volá. Lejos de la agonía, de la soledad y la envidia. Llegando sin paradas a la ilusión y el sueño realizado.
Corre corre que el miedo no te alcance, destraélo, dale malas pistas. El miedo es simple, es cuadrado, no sale de lo parámetros de lo  "normal", no descubre la creatividad, ni la imaginación.
No pares hasta llegar a la meta. NO TE DETENGAS NUNCA.
Corre corre que el tiempo no espera, pero corre lento por dentro y rápido por fuera. 


jueves, 22 de marzo de 2012

Solo un mito.

Llegarás a ver el sol en lo más alto, el día que decidas hacerlo con tus propias herramientas.
Lo pensé una vez, y sigo intentando entenderlo. 
Llegarás a ver el sol en lo más alto, supe que tenía dos oportunidades, o esperar a que sean las 12 del medio día, o subir la montaña más alta. 
El día que decidas hacerlo con tus propias herramientas, supe que podría tomar esa caja llena de polvo que esta en la cocina, o esperar a conseguir las adecuadas. 
Vi que en todo lo que necesitaba cumplir, tenía dos opciones, la fácil y la difícil, la rápida y la que podría tardar años, la que se veía más aburrida y la más entretenida.
Claramente decidí optar por la segunda en ambos casos. 
Subiré la montaña más alta, y esperaré a encontrar las herramientas adecuadas para hacerlo mejor. 

¿Será que será un mito lo de buscar la salida más sencilla a todo? 
Yo por mi parte, no creo en eso.  

viernes, 16 de marzo de 2012

des- ¿ilusión?

Aprendemos a ilusionarnos de forma instintiva. Buscamos siempre el lado positivo, lo cuál esta excelente bajo mi punto de vista; y cuando nos damos cuenta que algunas veces, las cosas no salen tan bien como creímos, caemos en la desilusión, en la tristeza, en un futuro desesperanzado.
Porque aunque somos propensos al error, seguimos pensando en que todo saldrá bien. En que lo haremos perfectamente.
Y aunque me planteo esta duda, debo admitir que soy una de esas personas que trata de inculcar el pensamiento positivo, y hoy me siento culpable de aquellos golpes que mis palabras pudieron dar, porque, después de atar mis pies sobre la tierra, a la fuerza, puedo llegar a darme cuenta o por lo menos tomar lo poco que comprendo...
Sin importar lo que pase, aunque uno piense en positivo, el golpe, si está predestinado... allí estará, esperándonos...
Eso sí, sigo siendo partidaria de esperarlo con mi mejor escudo, una sonrisa en la cara.

jueves, 15 de marzo de 2012

A la cima.

Ella se sentaba a leer a las estrellas, las miraba, las llamaba por su nombre... A cada una de ellas, las diferenciaba, y aunque con los meses, años y estaciones cambiaran de posición, ella sabía como encontrarlas.
Estén lejos o cerca, ella las hacia brillar mas que nunca.
Una noche de luna llena, cuando era muy difícil disiparlas a la distancia, ella decidió llevarme a conocer su secreto.
Bajo un árbol, cerramos los ojos, y tomadas de la mano soltamos un suspiro al viento. Sentí algo que no se igualó jamás.
Volví a abrir los ojos, llegué tan alto que me daba miedo mirar hacia abajo.
Y ahí estaban todos, no nos veían. Pero yo a ellos sí.
No teníamos alas, no. No era un sueño, no.
Llegué lo más alto que pude. No quería que esa experiencia termine.
Y aquellas estrellas que parecían tan inalcanzables, terminaron siendo pequeños puntos que siempre imagine como grandes, gigantes titanes, peleando por el valor, la fuerza y la idea de alumbrar con más vigor.
Tome una en mis manos, y de repente se desvaneció dentro de ella.
Sentí brillar algo dentro de mí. Sentí esa estrella en mí.
Ella siempre me acompañaría...
¿Habrá sido esa la razón por la cual debía llegar hasta allí esa noche?
Nunca entendí bien su mensaje, pero ella nunca más volvió a llevarme bajo ese árbol.
Aunque debo admitir que cada vez que siento que mi estrella brilla, me siento allí. Que con solo cerrar los ojos puedo volver a subir tan alto como aquella vez, puedo conocer lo que tanto anhelé y ver el mundo de otra forma.
Aunque no haya sido el mensaje que tal vez algún día ella me quiso dar, comprendí que si uno sueña, llega a la cima y de ella nunca se baja, es más sigue y sigue subiendo.
¿Llegaré?

miércoles, 14 de marzo de 2012

Todavía no.

A muchas preguntas, tenemos una respuesta, que pensamos, repensamos y la seguimos aplicando: Todavía no.
Estas listo? Todavía no.
Nos vamos? Todavía no.
Hiciste aquello que te pedí? Todavía no.
Tenes ganas de vayamos a comprar eso que quedamos? Todavía no.
Y muchos ejemplos más que se apropian de cada una de nuestras experiencias y  expectativas.
Tenemos que tener un "ya", un ahora miso, para hacer las cosas si o si. Pasándolas para un futuro cercano, lejano o intermedio, lo más probable es que nunca lo hagamos.
¿Cuál es la necesidad de ese "todavía"? ¿Quiere decir que no estamos listos? ¿Listos para qué?
Si, creo que me fui por las ramas, pero así, veo que en realidad... pasando todo para un futuro, es porque no estamos listos para vivir el presente, listos para ser quienes queremos ser, hacer lo que no solo debemos sino queremos. Listos para irnos, para vivir el sueño y no solo volarlo, listos para decir lo que sentimos.
El presente está. Pero de que sirve planificar un futuro si uno no pone énfasis en llegar a él, en el camino.
El orden es pasado, presente y futuro. Hay que pasa por dos grandes estadíos primero, y después, recién ahí veremos el futuro, que pasará a convertirse en presente y nos llevará a otro futuro y así sucesivamente...
Por ende, dejemos de pensar en futuro. Y aunque sean mínimas cosas, hagamoslas hoy.
¿Comenzás hoy?

lunes, 12 de marzo de 2012

Vamos de nuevo...

Que lindo es comenzar  de nuevo. 
La oportunidad de rehacer todo aquello que por h o por b no nos gustaba, nos salio mal o simplemente no "encajaba" en nuestras vidas. 
Seamos sinceros, tenemos que aprender a correr riesgos y sobre todo a animarnos al cambio, a dejar de ser la persona que quieren que seamos y mostrarnos auténticos. Sentirnos cómodos al caminar en ojotas y vernos en el espejo con una sonrisa radiante. 
Dejo claro, explicito y firmado en estos pensamientos que me fascina ser yo. Con defectos y todo, pero así mismo soy feliz, aunque no tenga todo servido... En si, sin luchas, intentos y logros o errores, la vida no sería divertida. 
Contenta por ver que por lo menos una persona lee esto por día que puedo regalar ideas, esperanzas, fuerzas o sonrisas... 
Hoy como para volver a empezar simplemente quiero recordarte, si a vos que estas leyendo esto, que no importa como te digan, te llamen, te nombren, siempre vas a ser vos quien decida quien sos en este mundo; lo que lograrás, por lo que lucharás y soñarás.
A la vida hay que vivirla con ritmo, con ganas y fuerza. Hay que bailarla, sin tener miedo de equivocarse... nadie dice que es sencillo, hay que aprender a escuchar nuestra propia música. 
¡BAILA LA VIDA!

sábado, 25 de febrero de 2012

Noche

El viento dejo de soplar caliente, simplemente se heló.
Comencé a ver desde lejos, algo que nunca pero nunca había logrado.
Te ví... ¿Te ví?

lunes, 6 de febrero de 2012

Sin hablar

No tengo ganas de hablar demasiado, ya lo hice muchas veces y se vuelve parte de la rutina. Hoy simplemente quiero que te sientes y pienses, sin decir mucho voy a mirarte y tratar de convencerte de que tomes la mejor decisión.
No voy a presionarte, ni a tratar de que dejes todo los demás atrás, mejor dicho... a los demás. Voy a lograr que al mirarte en el espejo vuelvas a reconocerte, eso espero, veas tus ojos y recuerdes que podes ser feliz.
Dame tu mano, la derecha por favor. No te pongas nervioso, sabes que no muerdo. ¿Sentís? ¿Sentís el ritmo? Como late... por vos...
Toma mi mano, disculpame por los nervios... sentí mi pulso... tiemblo, y lo causas vos...
Acaricia mi rostro, volvé a mi cabello y después baja por mi brazo... ese escalofrío es simplemente un reflejo, te vuelvo a repetir que me pones nerviosa...
Tomate tu tiempo y si querés decí algo, o mejor reíte, no hay expresión mas sincera que una risa, me vas a escuchar reír también... gracias por alegrarme una vez más.
Si eso te bastó para entender abro los ojos... ¿Y esas lágrimas? Si, también son por vos...

No tengo ganas de hablar demasiado, y aunque suela hacerlo, creo que se demostrar muy bien lo que en realidad siempre quiero decir.

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Tantas veces por entorpecernos en las palabras e intentar comprenderlas no vemos aquello que el cuerpo nos ayuda a mostrar, nuestros sentimientos mas sinceros.