martes, 4 de febrero de 2014

Belleza

La belleza es subjetiva, me dijeron una vez.
Subjetiva para los ojos? Para el alma? Para el corazón? Para qué? Para quién?

Que la belleza se encuentra donde uno quiere, que es relativa, que es diferente para todos. Si, lo entendimos, y.. Lo asimilamos? No.

Para mi, la belleza, la única belleza está en la sensación de abrir los ojos todos los días, en ver una sonrisa, en el abrazo más eterno.
La única belleza que conozco es la de las mariposas en la panza y la emoción al escuchar un tema que te vuelve loco.
La de los ojos de esa persona que nos hace poner la piel de gallina.
Está en los ojos de esa mascota que tanto te cambio la vida y en el color del cielo, en el celeste sin nubes y el negro de la tormenta.

La belleza que por belleza se vuelve increíble y enceguecedora, está en acostarse a dormir la siesta después de un asado en familia, de empaparse de rayos de sol y quedar como un tomate, de un fin de semana en la tranquilidad del campo, mojar los pies en el mar, caminar bajo la lluvia y saltar sobre un charco de agua.  
Esa es la belleza que conozco. Y la que cada vez más amo conocer.