miércoles, 17 de abril de 2013

Borrar.

Escribir y borrar, creer en algo y de repente pensar en otra cosa, sentir y olvidar. Con un solo tic del reloj o la primera brisa de otoño. 
Escribir y borrar, como por arte de magia se ve un cambio, que no notas, corre el escalofrío como si fuera invierno, como si tuvieras cuarenta grados de fiebre, y no. Es solo el pánico. La inseguridad. 
Te das cuenta que estas lejos de eso que tanto conocías, de esas páginas que venías redactando desde que comenzaste con el "Había una vez" y esperabas ansioso por firmar con un "Y comieron perdices".
Escribir y borrar, cada centímetro de seguridad que corría por tus venas, la sensatez y el sentido común que dejaste del otro lado de la vereda se fueron, corrieron tan lejos como fue posible.  Y vos, observando como con el tac del reloj y el próximo relámpago del invierno todo desvanece. 
Escribir y borrar, escribir, leer, releer y borrar. Y darte cuenta que todo lo que pensabas ya es pasado, lo escrito ya se esfuma en el tiempo, pero no el espacio, dejando en una tecla la posibilidad de acabar con su existencia.

Borrar. Que fuerte.

jueves, 11 de abril de 2013

Día.

Desde el comienzo, desde el final.
Empiezo como más me plazca y así decido terminar.
Me encontrás donde menos lo esperas porque así lo quise, porque las predicciones me terminaron resultando insulsas después de tanto leer horóscopos.
Y así, después de tantos intentos fallidos por tratar de comprender el orden de las cosas, es que deje que el mundo fluya como debe hacerlo, para el lado que le parezca. No hay un norte, sur, este u oeste. Hay un camino. O varios. Pero el mundo, mi mundo elije solo un rumbo.
No hay un segundo en que no crea en que es suficientemente lógico esto que pienso, hasta que me doy cuenta que mi cabeza no respalda esto.
De donde sale, vaya a saber uno...
De donde viene y a donde va, no tengo idea.
Pero si de algo estoy segura es que me subí a ese tren. Y decido irme lejos si es necesario, para poder disfrutar ese viaje. El de la sorpresa, el de no saber si hay un mañana, cerrando los ojos con el deseo de volverlos a abrir, dejando que el sol se haga cargo de mostrarme lo que necesito y debo ver.
Pero en definitiva, empecé como quería y así espero terminar.