sábado, 15 de junio de 2013

Sol...

La libertad de poder expresarme en letras, es inigualable. Y peligroso.
Qué responsabilidad la de usurpar las palabras que alguien alguna vez, vaya a saber porque decidió crear, formar o simplemente balbucear, para decir lo que pasa por mis ganas.
Qué difícil saber que pueden ser usadas de mejor forma, de no saber si es la correcta, si en serio me estoy dando a entender, si quiero decir lo que mis palabras hacen sentir, lo que mis elecciones transmiten.  
La responsabilidad de dejar en claro que las palabras no son mías sino lo que imagina tu mente cuando las lee, eso es lo que da miedo. 
Si escribo la palabra "sol", creo que vas a pensar en un hermoso paisaje, brillante, y en esos rayos calentitos... ¿Y si te recuerdan a alguien que deseabas olvidar? ¿A esa sensación que nos pone los pelos de punta y te hace lagrimear cada domingo? ...Qué complicado.
La libertad de expresarme tiene sus ventajas, pero me convierte en vueltera, dejando a la deriva las oraciones, para que alguien con ganas de leerme, escucharme o entenderme, las organice.
Porque para decir que a veces siento que lo que digo no se entiende ocupé mas de diez renglones. 
Cuando era simple. 

Para decir que tengo sueño, comienzo explicando porqué me levante temprano. 

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