Abrazó a Pipo, y decidió seguir caminando, sin sentido ni dirección, sin ver nada más que humo y cenizas cayendo desde el cielo.
Su mirada estaba perdida en la tenue luz que llegaba a diferenciar en la distancia, llegaría?
Comenzó a correr, y a escuchar pasos cada vez mas fuertes y veloces que la perseguían, ella aceleraba, pero sus piernitas no daban más. Su latido aumentaba, su respiración dolía y su cuerpo temblaba.
Perdió el equilibrio, cayó y vaya a saber como, un niño la vió. La tomó de las manos y la arrastro hacia un hueco que se encontraba detrás de una casa. Ella seguía sin distinguir mucho, pero pudo reconocer la voz de Tom, de su amigo, su hermano.
De repente todo tembló. Ella cerró los ojos dos veces y sintiendo un dolor muy fuerte en el pecho, se durmió.
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