sábado, 26 de mayo de 2012

Desorienta.

En mi mundo, hay cosas que confunden, molestan. Elementos, que me son tan necesarios, como el agua, la tierra, el sol. Mi sol.

Todos sabemos que del otro lado de la cuadra todo puede cambiar, en esa esquina el color puede desvanecer o parecer mas brillante.
Y eso nos confunde, nos desorienta de vez en cuando.
Eso si, el celeste siempre va a ser celeste, y el verde, verde. Más oscuro o claro, pero lo seguirá siendo. Es nuestra capacidad de ver la cosas en detalle que nos complica la vida en vez de facilitarla y hacerla mas interesante. 
Y para aquellos que solemos prestar atención a todas esos insignificantes detalles, todo tiene un limite. Llega un punto en el cual uno se cansa, satura, decepciona, porque pierde el control de lo que ve, porque es mentira que es solo nuestra mente la que nos confunde, sino el más divino e importante de los astros, el sol. El ilumina, el se apaga... y que puede hacer uno contra la estrella más importante de su planeta? de su mundo... 


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